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¿Emprendedor? Compromiso con la oportunidad
“Emprendedor es quien gestiona persiguiendo una oportunidad, sin tener en cuenta los recursos disponibles. Su compromiso es con la oportunidad.”
Esta es la definición de la Escuela de Negocios de Harvard y me gusta porque refleja lo que conlleva un emprendimiento: actitud, actuar como un niño y dedicación, entre algunas otras cosas, como una mentalidad muy concreta.
Robert Kiyosaki en su betseller “Padre rico, padre pobre” distingue dos tipos de mentalidad y afirma que la transformación de una a otra se consigue al “aprender a que el dinero trabaje para ti y no tú para el dinero”. Se basa en su propia experiencia, a través de los consejos recibidos de dos personas que influyeron mucho en él: su padre natural (con mentalidad de pobreza) y otra figura paterna vinculada al mundo de los negocios (con mentalidad de riqueza). Kiyosaki sintetiza con acierto ambas perspectivas y extrae una conclusión clara, para acceder a la riqueza es importante asumir la responsabilidad de generarla.
Tanto en este libro como en el siguiente: “El cuadrante del flujo del dinero” describe cuatro tipos de formas de actuación respecto al dinero – E, A, D e I – con esas dos líneas de mentalidad diferente:
- Búsqueda de seguridad: son los Empleados que siguen una carrera corporativa y los Autoempleados, con valores similares (mentalidad) pero que trabajan para sí mismos. Ambos trabajan para estar empleados (por el dinero), soportan los impuestos más altos y tienen ingresos activos.
- Búsqueda de libertad: son los Dueños de negocios propios, y buscan los mejores recursos y personas para hacerlos funcionar, y los Inversionistas que hacen básicamente lo mismo pero para hacer funcionar su dinero en negocios de otros. Ambos trabajan para crear negocios, sufren menores impuestos y tienen ingresos pasivos, es decir, que no requieren de su trabajo directo.
Entonces, para acceder a la libertad financiera, el objetivo será transitar de la primera mentalidad a la segunda, algo que no es ni fácil, ni rápido porque forma parte de nuestra mentalidad e incluye el núcleo de nuestros valores personales. Se trata de una transición lenta que dura unos años:
En definitiva, se trata de adquirir activos que nos generen ingresos pasivos y nos permitan avanzar hacia el cuadrante de los Inversionistas, consiguiendo así que el dinero trabaje para nosotros y no al revés. Un concepto muy próximo al que se trataba en detalle en Invierte en ti, ¡sin duda! (en este mismo blog).
